5 de abril de 2023

Por Raúl García Rodríguez

  • Las encuestas no generan sufragios
  • Caricatura ecologista
  • ¿Y el gobernador?
  • Mensaje equivocado para los inversionistas

Miércoles 5 de abril de 2023.- La guerra de las encuestas se intensificó durante los dos primeros días de la campaña electoral en busca de la gubernatura mexiquense. Los equipos de Delfina Gómez y Alejandra del Moral han inundado los medios de comunicación, principalmente las redes sociales, con cifras e intenciones del voto que las ubican con una diferencia de dos dígitos o en una contienda cerrada, de acuerdo con quien lo publique.

Esta tendencia es parte de la estrategia diseñada por los asesores de una y otra, inmersos ya en la etapa definitoria del proceso electoral. El objetivo es mandar el mensaje a la ciudadanía de que su proyecto es el mejor, el idóneo, el que atiende sus expectativas y el que garantiza igualdad de oportunidades.

Los especialistas de la maestra derrochan optimismo y no pierden oportunidad de hacer uso de encuestas levantadas durante la precampaña. Olvidan que fueron instantáneas de momentos específicos y no una sentencia inamovible.

Por el lado de la abanderada de la coalición, sus asesores exhiben resultados que los ubican a pocos puntos de la puntera. Escenario que confían revertir conforme avance el proceso y el segmento de los indecisos compare las propuestas de las candidatas.

Quienes integran los respectivos cuartos de guerra, no deben pasar por alto que las hoy vigentes intenciones del voto perderán vigencia en pocos días y que las encuestas pagadas no son garantía de sufragios el día de la jornada electoral.

Comparsa ecologista
Quien de plano perdió toda noción de su papel en la campaña de la ex alcaldesa de Texcoco es el dirigente del Verde en la entidad. No le ha caído el veinte de que su partido y él mismo son parte de la escenografía. La cercanía que presume con Delfina Gómez no le concede el papel protagonista de la puesta en escena.

Parece olvidar que de manera unilateral decidió renunciar a sus intenciones de ser candidato al gobierno del Estado de México, plegarse a los deseos de Morena y negociar cargos de elección a futuro.

Lo que ha dejado de hacer como representante popular en la Legislatura local, lo pretende llevar a cabo en una campaña que no le corresponde, en la que siempre estará en segundo plano y en la que su partido es percibido como simple comparsa.

Su real nivel quedó plasmado en redes sociales hace algunas horas. Caricaturizarse y hacer uso de un lenguaje inclusivo fueron su nueva genialidad. Es la mejor descripción del discípulo de Jorge Emilio González.

Sigue la disciplina
Fiel a su disciplina política, el gobernador Alfredo del Mazo acudió al INE a signar lo que denominaron un mecanismo para garantizar la seguridad de los procesos electorales en el Edoméx y Coahuila. La batuta estará en manos de la Secretaría de Gobernación y todo el aparato de seguridad del gobierno federal.

Triste realidad de un mandatario que nunca se identificó con su partido y que privilegió el ascenso de su grupo de incondicionales. En la actualidad únicamente espera que transcurran los últimos días de su gestión para entregar el mando político y económico a su sucesora.

Los delmacistas, como se denominan en público y en privado, buscan extender su influencia al próximo sexenio. Son ellos los que controlan las áreas neurálgicas de la campaña de Ale, quienes toman las decisiones y aquellos que serán los responsables del triunfo o la derrota del 4 de junio.

Ninguno de estos personajes fue capaz de hacer entender al gobernador que su responsabilidad no se limitaba a despachar desde sus oficinas y a mantener excelentes relaciones con el presidente López. Un auténtico líder es lo que se esperaba de un representante del mítico Grupo Atlacomulco.

Mensaje a inversionistas
Lo que festejó el gobierno federal como una nueva “nacionalización” tras la adquisición de 13 plantas generadoras de energía de la española Iberdrola, debe interpretarse no como triunfo sobre los conquistadores extranjeros sino como una señal más de que las inversiones en México las avala o descalifica el estado de ánimo del presidente.

La transacción involucra recursos por aproximadamente seis mil millones de dólares. La virtual salida de la empresa del mercado mexicano es consecuencia directa de la visión nacionalista del gobierno federal, que no ha querido entender que el mundo ha cambiado y que la globalización es factor esencial para el crecimiento y el desarrollo de un país.

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